En algunas ocasiones algunos se quejan sobre el uso de
terreno cultivable de las energías renovables. Vamos a demostrar que esto es
una falacia y vamos a ver lo que sucede cuando se le hace caso: lo que tenemos
hoy en Catalunya.
Vi el día 19 de junio de 2020 un reportaje en TV3 donde diversas
organizaciones y personas individuales se quejaban sobre el hecho que diversos
agricultores habían recibido ofertas para su terreno para hacer plantas
fotovoltaicas. El reportaje no entrevistaba a ambas partes, solo a la que se sentía
agraviada por recibir una oferta que potencialmente, si la aceptaba, podría
llevar a “perder terreno de cultivo” para hacer grandes instalaciones renovables
en manos de grandes empresas. Así, como suele ser habitual en este discurso, se
pone al David, pequeño agricultor, frente al Goliat, grandes empresas. Este
discurso, hago spoiler del artículo, es falaz y pretendo demostrarlo.
¿Cuánto terreno de cultivo hay en España?
España tiene una superficie de 505.490km2. De ellos, según
el último “Informe
Anual de Indicadores: Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente” de 2018, realizado
por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las tierras de cultivo
representan el 33,3% del territorio, 16.891.958ha o lo que es lo mismo
169.919,6km2.
¿Cuánta energía eléctrica se consume en España?
El año pasado, 2019,
según Red Eléctrica de España, la demanda de electricidad ascendió a
264,8TWh.
¿Qué superficie necesitaríamos para generar un 100% de la
electricidad de manera renovable?
Es difícil responder a esta cuestión. Un sistema eléctrico
100% renovable implica diversas fuentes de generación, ampliar bombeos y otros
tipos de almacenamiento. Teniendo en cuenta que la eólica no impide el uso del
terreno, para hacer una hipótesis a mayores, es decir, en el peor de los casos,
imaginaremos una planta fotovoltaica que genere el equivalente al 100% de la
electricidad que España demanda. Sabemos que no es posible hacer un sistema
eléctrico 100% renovable de esta manera, pero si sabemos que para tener un
sistema 100% renovable deberemos generar esta cantidad de energía mediante
renovables.
He escogido para hacer esta planta un módulo disponible en
mercado que me gusta. El Longi monocristalino, PERC, Half-Cut LR4—72HBD
450Wp. Este módulo tiene una superficie de 2,174m2, es decir, una
eficiencia del 20,7%. Voy a hacer la planta solar con seguidor de un eje,
porque va a ser lo que me va a permitir un coste más económico de la energía y
una mayor salida. El módulo es bifacial, pero voy a contar que no generamos
nada por la parte trasera. Normalmente debería sumar entre 20Wp y 40Wp a
potencia nominal. Esto depende también del albedo del terreno. Seguidor dos filas
en vertical del módulo, separación, 2,5 veces la altura del módulo, como son
dos módulos. Todo muy holgado.
También siendo conservador para una instalación de estas
características voy a contemplar 1500Wh-Wp/año de generación. Nadie me podrá
decir que he apretado los números para que saliera lo que yo quería. Para
generar 264.800.000 MWh voy a necesitar una instalación de 176.533MWp. O sea,
necesitaré 392.295.556 módulos. Los señalados anteriomente ocuparían una
superficie tapizando el suelo de 851.281.356m2. Es decir, 851km2.
Como voy a dejar una superficie de 2,5 veces entre fila, la
superficie total va a ser de 2.978km2.
Pero hemos de considerar que en un año malo España ya puede generarse el 35% de
su electricidad mediante energía renovable. Así que solo voy a necesitar el 65%
de esta planta fotovoltaica. O sea, los 176.533MWp quedarían en 114.746MWp y la
superficie de en 1.935km2. Como me gusta hacer las cosas bien añadiré un 10% a
la superficie para las casetas de control, carreteras internas, etc… así que la
cosa queda en 2.128km2.
La falacia del uso del terreno agrícola de las renovables
Así tenemos que si el terreno cultivable de España es de 169.919km2
y la superficie máxima que usaremos para renovables, si fuéramos tan chungos de
poner todo en terreno cultivable, sería de 2.128km2, la superficie que
necesitaríamos de terreno cultivable para las renovables sería del 1,25%. Es decir, el problema no
existe. Y la realidad es que el uso sería inferior al 1% y esto, para un
objetivo totalmente maximalista del 100% energía renovable. Porque vamos a
tener distintas fuentes de generación, ya hemos hablado que el uso que hace del
suelo la eólica es muy pequeño y no impide el cultivo. Vamos a tener
autoconsumo en edificios. Seguro que no podemos generar todo mediante
autoconsumo. Es una evidencia. Tan evidencia como que lo óptimo es que tengamos
cuanto más autoconsumo mejor.
El caso catalán
El caso de Catalunya es especialmente sangrante. Es donde más
se ha instalado este discurso. Durante años las renovables se han visto
bloqueadas por este discurso. Un ejemplo claro es que la CUP votó en contra del
decreto que aprobó la Generalitat y que finalmente, después de muchos años
favorecía la tramitación de instalaciones de energía renovable. No son los
únicos que en ocasiones han comprado este discurso. Pero si es el único que lo
mantiene contra viento y marea. El decreto beneficiaba tanto las pequeñas
instalaciones renovables, aprobando la declaración responsable y una
tramitación de 15 días para las instalaciones de autoconsumo, como las grandes
que también son necesarias. La suma de este runrún, mal que me pese lo tengo
que decir, tan de cierto sector muy catalán, unido al runrún del sector de los
que siempre se han opuesto a renovables por otros intereses, por suerte cada
vez menos, han paralizado a las renovables en Catalunya durante largo tiempo.
Es un discurso muy populista. Entendiendo como populista
aquel discurso simple que suena bien, pero que cuando se analiza en profundidad
lleva al desastre. El discurso populista es el de David (pequeños agricultores,
soberanía alimentaria) contra Goliat (grandes empresas, da igual que sea para
renovables). Pero una cosa es el discurso y otra es la realidad.
Y la realidad de Catalunya es que a finales de 2019 en
Catalunya solo el 15% de la energía eléctrica era de origen renovable. Y
tenemos un déficit del 2% en generación. Cuando en España a finales de 2019 la
renovable cubría el 36,8% de la demanda. Es decir, el freno que ha supuesto y
sigue suponiendo en el discurso político catalán ciertos grupos muy vinculados con
la soberanía alimentaria, ha provocado que la soberanía energética y la
sostenibilidad en la generación sea prácticamente inexistente. La mayoría de
energía catalana contamina, bien con gases, bien con residuos radiactivos, y
requiere de recursos que vienen de fuera de Catalunya. Todo esto por menos de
un 1% del suelo. Y teniendo que en cuenta que lo más óptimo es tener la
instalación de generación lo más cerca posible de una línea eléctrica de evacuación,
es por lo que en muchas veces se quiere un terreno y no otro, porque si la
ponemos lejos, los mismos que se quejan por poner instalaciones renovables en
terrenos cultivables, también se van a quejar por la instalación de una línea
de evacuación que no les impide cultivar
¿Soberanía alimentaria? Pues si. Pero también soberanía energética
y medioambiente. 100% uno y 0% el otro no puede ser. Hay una solución hoy de
consenso, es buena para todos y no es un NIMBY (Not In My Back Yard).